viernes, 25 de octubre de 2019

Semana 21-25 de octubre




Hola familias,

Primero, un recordatorio de la entrada de la semana pasada


Recoger hojas de diferentes formas


Para las próximas actividades y para la decoración del aula con la temática de la estación me gustaría pediros que cuando paseéis con vuestro/a peque por algún parque recojáis hojas que han caído de los árboles e intentar que sean de diferente tipo, tamaño y forma. También podéis señalarles los cambios de la estación e la naturaleza: anochece antes, hace frío, la ropa cambia, nos ponemos chaqueta por la mañana,… En definitiva, que reconozcan su medio natural.

En la entrada de esta semana os mostraremos el desarrollo de las dos actividades plásticas de la semana. En primer lugar, una actividad relacionada con la lluvia y con un poema de Carles Cano de la obra Poemes sense diminutius. Una de sus poesías preferidas, además con un componente gráfico que ilustra descomponiendo una onomatopeya la caída de las gotas de agua. Es una de sus poesías favoritas.

Primero, colocaron los trocitos de algodón y después colorearon con sus dedos. Se recitaba el poema y dejábamos caer una gota de colorante azul. Una vez seco, añadimos sus fotografías.













Para completar la actividad el maravilloso álbum de Stephanie Joire Gotita. Es un material que nos servirá durante todo el curso y que cuando comprobaron que era desplegable se quedó la clase pasmada y estuvieron un rato recorriendo por sus páginas las aventuras de la gotita (el ciclo del agua).

La segunda manualidad consistía en la estampación de unas hojas de color y amarillo con la que cantamos la canción Otoño llegó marrón y amarillo que os presenté la semana pasada (en el centro cantamos más despacio que en el enlace de ejemplo que os pasé) y la acompañamos con diferentes posturas y movimientos para que representen durante la canción. También completaron con ceras blandas de color marrón un dibujo que es el sobrante del papel film que emplearon la semana pasada en la actividad plástica.
















Finalmente os comentaré que la semana que viene nos centraremos en la temática del miedo, que ya identifican por diferentes álbumes ilustrados o canciones. También trabajaremos con una leyenda de miedo de la literatura valenciana y os presentaré diferentes álbumes que tenemos en el aula. En el centro no solo entendemos el trabajo de las emociones desde una perspectiva que excluye a las malas y resalta las buenas. Es irreal.

Presentadas como un juego y con un enfoque lúdico para que se diviertan, os dejo un pequeño resumen de diferentes aspectos importante que os traslado para que tengáis más información al respecto. Se lo pasarán genial la próxima semana.



EL MIEDO Y LA LITERATURA

La aparición de miedos en el periodo infantil forma parte de los procesos adaptativos al medio, de construcción de la personalidad y de la creación de recursos propios para la supervivencia. La infancia es la época de la vida en la que aparecen más miedos y de forma más intensa, y como es propio de esta etapa, debido a la forma que tienen los niños/as de expresar sus emociones.

Durante los primeros meses hasta el primer año son más habituales los miedos relacionados con estímulos intensos o desconocidos, como ruidos fuertes y personas extrañas. Hasta los seis años son comunes los temores relacionados con tormentas y oscuridad, animales, seres fantásticos como brujas o fantasmas, catástrofes y separación de los padres. En general, con la edad disminuyen los miedos físicos (animales, tormentas, daño, etc.), mientras que se acentúan los miedos sociales (ridículo, rechazo, hablar en público, etc.) (Méndez, Inglés, Hidalgo, García-Fernández y Quiles, 2003).

A medida que crecen, las habilidades cognitivas encabezadas por el creciente perfeccionamiento del lenguaje, permiten un entendimiento de su ambiente y en consecuencia, un descenso y cambio en los temores. El contexto, el entorno cultural y las experiencias familiares contribuirán del mismo modo a paliar o incentivar esos miedos.



 En el mapa universal de la Literatura, resulta verdaderamente difícil establecer fronteras entre lo que está y no está en relación con los miedos. Desde que el ser humano inventara los primeros relatos orales de la historia hasta la actualidad, la literatura –oral o escrita– siempre ha estado ligada de forma implícita o explícita a los miedos de la humanidad.

El acto de escuchar, narrar, leer y escribir historias es un conjuro contra el miedo: miedo a crecer, morir, sufrir, ser abandonado o devorado; miedo a la ignorancia, al desconocimiento, al caos o a la locura. No en vano, los cuentos de la tradición oral de todas las culturas y rincones del mundo nos hablan de personajes indefensos, perdidos, abandonados o asustados y de los depredadores y peligros que los acechan.

Desde nuestro centro se procura invertir esa relación con una selección de obras de literatura infantil y juvenil adecuada a su edad o adaptaciones de literatura tradicional que persiguen mostrar al niño/a como un ser capaz de enfrentarse a los miedos y siempre desde un tono de humor que les permita resolver ese conflicto de una manera positiva y emocionalmente enriquecedora.

Por este motivo los miedos infantiles están íntimamente relacionados con el estado de extrema dependencia en el que nacen; estado que le hace altamente dependiente de la familia y del entorno. Por ello muchos de los miedos infantiles van cambiando y modificándose con la edad, a medida que cubren las etapas más importantes de su desarrollo.

Durante la primera infancia, el sentimiento de identidad aún no está sólidamente constituido, así como tampoco lo están los límites entre el yo y los demás, ni la distinción entre realidad objetiva y fantasía.

A través de los cuentos, se identifican con el protagonista, y siente, al empatizar con él/ella, una tensión y ansiedad crecientes que ceden en el desenlace, aunque éste no sea tan bonito o triunfal como hubiera deseado.

Luego, una vez conocido el cuento, gusta de repetirlo una y otra vez, y la emoción siempre crece y se resuelve, aunque puede que con matices distintos. Así va trabajando e interiorizando sucesos planteados y resueltos por otros; conoce situaciones imaginarias y cómo “otro” las ha afrontado, poniendo en juego una serie de recursos personales que, en la mayoría de los casos, desconocía por no haber necesitado utilizarlos hasta ese momento… y aprende que si no puede defenderse puede que la magia, la casualidad o un ser bondadoso le tiendan una mano, porque el pobrecito, tan lleno de bondad, le ha movido el corazón.

Y así, le facilita poder creer en la bondad, en alguna parte del mundo adulto-real es posible encontrar ayuda; es decir, la maldad de fuera tiene una contrapartida, que como alguien puede ayudar, el o ella puede desarrollar la confianza.



Para terminar, ¿qué recomendaciones podríamos dar para poder ser un buen sostén que les ayuden a entender, elaborar, superar sus miedos?

Tanto la sobreprotección como que se sienta culpable-cobarde son actitudes negativas que pueden agravar el problema, incluso lograr el efecto contrario, producirle más miedo. No es valiente quien no tiene miedo, sino quien, teniéndolo, sigue adelante.

Siempre habrá diferencias en el grupo, algunos/as más impresionables que otros/as. Sus miedos  no “desmerecen” la educación de la familia o del profesorado, no son producto de un “mal hacer” en sus cuidados, son la expresión de un sentimiento normal, el temor. Ante todo, hay que mantener una actitud de serenidad y diálogo, nunca reírse de esta expresión, ni menospreiarla, ni amenazarles, ni asustarles más para que obedezcan.

Animarles a que los enfrenten contándoles historias de miedos pasados y vencidos por sí mismo, las familias u otros familiares; leer cuentos cuyos personajes tengan ingeniosas ideas para resolverlos; ayudarles a reconocerlos como productos de su mundo interno que no suponen un peligro real para su supervivencia, pero que hay que lidiar con ellos.

Procurar que no vean películas y situaciones con contenidos e imágenes dramáticos (como a veces vemos en algunas noticias, anuncios de películas,…) y si son para niños, acompañarlos verbalizando la situación.




sábado, 19 de octubre de 2019

Semana 14-18 de octubre. Recoger hojas del otoño




Hola familias,

Estas semanas nos estamos adentrando en las características del otoño para que reconozcan las peculiaridades de esta estación. Primero os pediré vuestra colaboración.

Recoger hojas de diferentes formas

Para las próximas actividades y para la decoración del aula con la temática de la estación me gustaría pediros que cuando paseéis con vuestro/a peque por algún parque recojáis hojas que han caído de los árboles e intentar que sean de diferente tipo, tamaño y forma. También podéis señalarles los cambios de la estación e la naturaleza: anochece antes, hace frío, la ropa cambia, nos ponemos chaqueta por la mañana,… En definitiva, que reconozcan su medio natural.



En el centro esta semana hemos realizado diferentes actividades centradas en el color de la estación, como ya visteis en el cuadro de la semana pasada y también está relacionado con algunas canciones que les cantamos de la estación del otoño en las rutinas diarias que os dejaré al final de esta entrada.

Otro aspecto que quiero comentaros y que en este vídeo podemos observar un gran abanico de posturas y ejercicios son las praxias bucales. Son ejercicios para reforzar su musculatura y favorecer el desarrollo de su expresión. En este vídeo podéis observar con la temática del otoño una batería de ejercicios que podéis practicar en casa delante de un espejo. 

En el centro tenemos algunas de estas posturas impresas para la realización de diferentes ejercicios a diario. No es aconsejable hacerlos todos siempre. Primero, realizamos 3 o 4 posturas que sean sencillas para realizarla todos los días e introducir más complejas progresivamente. Os recomiendo que esta dinámica la realicéis en casa como un juego, sin presionar ni recriminar si no lo hacen exactamente igual. Debe ser un momento lúdico y afectivo entre vuestro hijo/a. Incluso ser un poco payasos.


Algunos de los cuentos y álbumes ilustrados de esta semana han tenido la temática del otoño como este precioso The Little Yellow Leaf de Carin Berger. Un álbum con diferentes distinciones internacionales pero que no se ha traducido al español ni al valenciano. Aunque se ha narrado en castellano. 


Os dejo un vídeo con la aventura de esta pequeña hoja amarilla remolona que no quiere caerse del árbol.



Siguiendo con la temática del árbol, se imprimió la imagen del mes del árbol del centro en el que pueden observar los cambios entre un mes y otro, como aparecen hojas amarillas, se caen al suelo y hay menos frondosidad en la morera de la puerta del centro.



Con esta imagen, se ha realizado una actividad con la asociación de un poema de Carles Cano de uno de mis libros favoritos de poemas infantiles titulado Poemes sense diminutius. De esta manera, acercamos la lengua valenciana a su entorno natural y más cercano. Que sea relevante y significativo en su desarrollo.

Sobre la didáctica de las lenguas, la metodología o la manera de enseñarles la lengua a nuestro alumnado parte de diferentes bases teóricas, todas ellas reconocidas. En resumen, lo que se recomienda es tratar de manera conjunta la lengua y los contenidos que enseñamos en el aula y que aprenden con pasmosa facilidad. 

La elección de las estaciones, partes del cuerpo y diferente vocabulario de su entorno más personal como son las emociones, se fundamentan en que el valenciano es mejor enseñarlo centrándose poco a poco en aspectos de su vida y con un vínculo emocional cercano. Emplear formas de saludo y despido, las partes del cuerpo, los cambios en la naturaleza y mediante canciones, cuentos y poesía. 

Un material que les une a la lengua de una manera lúdica y, no podemos olvidar, que es un lenguaje poético y musical.

A medida que pase el curso, se realizará una inmersión lingüística mayor y de manera progresiva. ¿Se harán un lío? Seguramente les escucharéis mezclando en una misma frase a final de curso palabras en inglés, valenciano y castellano. Se llama proceso de interferencia lingüística. ¿Es una circunstancia negativa y que dificulte su desarrollo?

La respuesta es no. Ellos/as no son aún capaces de distinguir que existen diferentes lenguas pero amplían un vocabulario que en el momento que a los 3-4 años comienzan a diferenciar entre ellas y hacen transferencias de vocabulario debido a que todas tienen raíces similares y pueden inferir que hay una relación entre lenguas (entre valenciano y castellano aún más evidente).

Los teóricos lo llamaron competencia subyacente común (Jim Cummins). Y no me gustaría daros mucho la tabarra con este concepto, pero en resumen desde el vocabulario y exposición a las lenguas son capaces de articular el aprendizaje de las demás de una manera más favorable. El bilingüismo o el plurilingüismo perfecto no existe, pero en nuestra zona el valenciano no forma parte de su entorno, no predomina en casa o en los medios de comunicación a los que pueden estar expuestos (series de dibujos, etc).

De esta forma, la lengua valenciana está minorizada y ellos/as la aprenderán como segunda lengua, de la misma manera que el inglés (que le sucede tres cuartas partes de lo mismo: fuera de la escuela no se relacionan con esa lengua, no ven dibujos animados en inglés, no es la lengua con la que se comunican en casa, en el parque,…) El bilingüismo o plurilingüismo perfecto solo existe en la imaginación: sería un mundo en el que las tres lenguas convivieran y estuvieran expuestas vuestro hijo/a en la misma proporción de tiempo y exposición (un 33,3333333…% de las horas del día para cada lengua).



En resumen, hay que enriquecer su vocabulario y que se haga un lío con las palabras no es un problema, sino que será una manera de mejorar su desarrollo lingüístico y competencia comunicativa.
Aquí tenéis las imágenes de la actividad del árbol del otoño


















El poema de Carles Cano se lo cantamos y lo empleamos en las rutinas del aula, así como el refrán "a la tardor, ni fred ni calor" que es un poco la temperatura que nos acompaña estos días.

Otra de las actividades fue un cuadro abstracto con los colores del otoño y que jugaba con su sentido de la vista y el tacto. Tenéis que ver sus caras de alegría cuando tienen que pintar con las manos, como cuando le realizan un cuento de felicitación a sus compañeros para su cumpleaños. En este caso, manipulaban la pintura con las manos pero no se manchaban. Se miraban las palmas de las manos. Probaban. Se las miraban otra vez. Extendían y experimentaban. Les encantó. Para que comprobasen la textura, en otra sesión se les pintaron los dedos con pintura negra para que simulasen un fondo que podrían ser los árboles de un bosque.
























Menudos artistas.




Otros de los cuentos que se han narrado en el aula tienen relación con la convivencia como son los divertidos ¡No! De Marta Altés y ¡No, David!. En estos álbumes observan las travesuras de sus personajes y les invitamos a reflexionar si sus conductas son correctas. Esto nos sirve para crearles un referente si alguna vez en el aula ocurre una conducta que altera la convivencia o hay alguna pelea por un juguete, dejan las cosas sin recoger, etc.



Otro álbum es El libro enfadado, con el que observamos el proceso de cómo calmar al libro que está enfadado. Un material muy recomendable y que trabajaremos regularmente. Siempre con sentido del humor, fijando límites como adultos pero siempre acercándonos a ellos/as con la frase: para y piensa, perfecta para después dialogar de manera calmada.



Canciones del otoño en el aula








Letras con pictogramas




Podéis imprimirlas para leerlas en casa y cantarlas con ellos/as.

Feliz fin de semana familias.